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La caída capilar es una de las mayores preocupaciones estéticas del hombre, afectando su autoestima. Sus causas son múltiples: genética, estrés, alimentación, edad, falta de cuidados. Un estudio sobre salud capilar y alopecia elaborado por Insparya, especialistas en trasplantes, para España, Italia y Portugal asegura que más de la mitad de los españoles percibe la pérdida de pelo como negativa con relación a su bienestar mental, apariencia física y relaciones sociales. 44% destaca disminución de la autoestima, 38% aumento del estrés, 34% reducción de la confianza en uno mismo y la misma proporción asegura mantener un aspecto más envejecido. Para 1 de cada 5 españoles, la pérdida de cabello está relacionada con menor aceptación social y aislamiento. Casi la mitad de los españoles busca consejo, tratamiento o soluciones para sus preocupaciones de salud capilar en peluquerías, dermatólogos y farmacias. Un 26% de ellos estarían predispuestos a realizarse un trasplante.
Alopecia crónica
Podemos dividir las alopecias en cicatriciales y no cicatriciales, según exista un daño irreparable del folículo piloso o no. La alopecia frontal fibrosante “tiene un origen autoinmune, el propio organismo ataca al cabello produciendo inflamación y destrucción del folículo piloso. Es característica la pérdida de pelo en la zona de la diadema y requiere seguimiento por el dermatólogo”, explica Helena Rodero, farmacéutica experta en salud capilar. La alopecia androgenética o calvicie común, frecuente en varones y ligada a la actividad de los andrógenos, hormonas masculinas, es de tipo no cicatricial y mejora con tratamientos médicos, quirúrgicos y mediante dispositivos. Desde hace años se usan tratamientos vasodilatadores o inhibidores de receptores hormonales vía tópica con buenos resultados, y hace unos tres años se ha demostrado que por vía oral también son efectivos, engrosan el cabello y mejoran alopecias. Está contraindicado en cardiopatías y debe usarse bajo control médico. “La caída capilar en hombres se presenta de varias maneras; alopecia androgénica de tipo hormonal, alopecia areata relacionada con una enfermedad autoinmune, o efluvio telógeno, una alteración del ciclo capilar que desencadena una caída brusca y difusa del cabello. Con los tratamientos adecuados, la mayoría de tipos de caída son reversibles”, asegura Miriam Quevedo, experta en tratamientos rejuvenecedores para cabello y cuero cabelludo.
Envejecimiento capilar o cómo retrasar la alopecia crónica
“El envejecimiento capilar es un proceso natural que afecta la estructura y función del cabello, relacionado con cambios en los folículos pilosos y el cuero cabelludo. A medida que envejecemos, la producción de queratina disminuye, lo que lleva a una reducción en el grosor y la fuerza del cabello. Además, los folículos pilosos reducen su actividad, lo que puede resultar en una menor densidad capilar. La disminución de la actividad de las células madre en los folículos también contribuye al debilitamiento y adelgazamiento del cabello, lo que es común en varones a partir de 40 años. La investigación se centra en los mecanismos celulares y moleculares que subyacen al envejecimiento del cabello, incluyendo el papel de los radicales libres y el estrés oxidativo. Estos factores dañan el ADN y las proteínas en las células del folículo piloso, acelerando la pérdida de cabello y el encanecimiento. La clave para mantener a los folículos pilosos funcionando de forma óptima se encuentra en la salud del cuerpo. Para ello el consumo de antioxiantes, como resveratrol, vitamina E y astaxantina, le ayuda a autoprotegerse. La inflamación es un importante factor a tener en cuenta. La podemos evitar manteniendo un cuero cabelludo sano, limpio por fuera y, desde dentro con el aporte de activos antinflalmatorios naturales, como la cúrcuma para hombre unida a pimienta negra. Actualmente, se están desarrollando diversas terapias antienvejecimiento capilar para varones. Algunas de las más prometedoras incluyen la aplicación tópica de antioxidantes, factores de crecimiento y péptidos, que buscan proteger los folículos pilosos y estimular la regeneración del cabello. También se investiga el uso de células madre y la terapia génica para restaurar la actividad folicular”, explica Claudia Bernárdez, dermatóloga especialista en tricología, directora de AB Derma Madrid.
Caída de pelo en otoño
Durante el verano, con las altas temperaturas, se acelera la fase anágena de crecimiento y ocasiona que mayor cantidad de cabellos pasen a fase telógena, de caída, cuando llega el otoño. “Más allá de la aceleración del ciclo, en verano el cabello sufre mayores agresiones exteriores como la exposición solar, efectos del cobre presente en los alguicidas de las piscinas o la sal del mar, lo que genera una caída más notable”, explica Helena Rodero. Normalmente, el 85% del pelo está en fase de crecimiento y un 15% en fase de caída. En otoño, la pérdida habitual de unos 100-150 cabellos al día, puede llegar a duplicarse. Se corresponde con un efluvio telógeno, “se produce en un corto período de tiempo, entre dos y cuatro meses”. Si notas que tu cabello empieza a aparecer por todas partes, en la ducha, sobre la almohada, en tu jersey favorito... “estás experimentando caída estacional. Afecta a todo el cuero cabelludo, sin generar calvas visibles, y dura entre 6 y 8 semanas. Es una fase natural del ciclo capilar, y aunque no podemos detenerla por completo, sí minimizar su impacto e incluso acelerar la recuperación del cabello”, nos tranquilizan desde Olistic, expertos en nutracéuticos.
“Existen otros factores que pueden contribuir a esta caída como son los déficits nutricionales, las situaciones de estrés, las infecciones y algunos medicamentos”, relata la Dra. Carolina Beltrá Payá, especialista en medicina estética avanzada, tricología y láser, de Enea Clínica. “El efluvio estacional es un fenómeno que de forma clásica se asociaba con el cambio de tiempo. Los últimos estudios indican que se produce cada vez de forma más frecuente e intensa y, en ocasiones, más precoz en el tiempo, adelantándose hasta incluso principios del verano. No es un signo de alopecia, por lo que no debe provocarnos preocupación excesiva. En caso de que esta caída de cabello brusca se alargue más de 6 meses o se asocie con pérdida de densidad significativa, sí deberíamos consultar con un dermatólogo. Podemos suplementar nuestra dieta con algún complejo vitamínico, para evitar que el efluvio se alargue en el tiempo, optimizar el crecimiento y regeneración del cabello nuevo”, recomienda el Dr. Joan Mir, dermatólogo especialista en tricología en la Unidad de Tricología y Trasplante Capilar de la clínica Salvà.
“La caída de pelo durante el otoño puede frenarse en un corto plazo mediante la toma de suplementos orales combinados con algún tratamiento tópico”, asegura Mencía Hermosa, farmacéutica especializada de dermocosmética, nutricosmética y capilar. Recomienda algún producto que contenga en su composición principalmente activos como la L-Cistina, aminoácido fundamental en la estructura del cabello, vitaminas del grupo B, especialmente biotina, zinc y algún antioxidante. Lo ideal es tomarlo durante un periodo de unos 3 meses, y repetir el tratamiento en primavera. “Algo que siempre recomiendo junto con la toma del suplemento es el uso de lociones aplicadas directamente en el cuero cabelludo, para fortalecer la estructura capilar y mejorar su resistencia, potenciando así el suplemento oral”. Este tipo de tratamientos también sirven para una caída capilar crónica y severa como una alopecia androgenética, aunque en este caso habría que cambiar el suplemento “por otro con activos que actúen frenando esa caída relacionada con factores hormonales; deben contener activos que inhiben a la enzima responsable de la alopecia androgenética, retardando la caída del cabello y mejorando grosor y densidad. El champú no será la piedra angular del tratamiento, pero uno fortificante refuerza la raíz y estimula el crecimiento, además de aumentar la densidad”.
Soluciones a la caída de pelo en otoño
Cualquier tipo de caída de cabello puede verse agudizada por deficiencias nutricionales y, en concreto, déficit de hierro, mineral fundamental para el crecimiento y salud del cabello. Seguir una dieta equilibrada debe ser una prioridad. “El champú y otros productos cosméticos ayudan a mejorar el aspecto externo del cabello, pero el tratamiento desde el interior será clave para frenar la caída”, asegura Helena Rodero. Además de los activos mencionados, debemos buscar en un suplemento capilar:
- Metilsulfonilmetano: ayuda a mantener las proteínas estructurales y a sintetizar la queratina, proteína constituyente de la fibra capilar.
- Serenoa repens y Cucurbita Pepo: “tienen una actividad de inhibición sobre la 5-alfa reductasa, enzima que acelera la caída capilar ligada a la acción de la testosterona”, informan desde Luxmetique, laboratorio nutricosmético.
- L-cisteína y L-Arginina: aminoácidos constituyentes de la queratina. “La arginina tiene propiedades vasodilatadoras, mejora el flujo sanguíneo que llega a los folículos pilosos y estimula el crecimiento del cabello”, apunta Tania Navas, responsable de formación de Hydrafacial, tratamiento médico.
- Biotina, vitamina B2 y vitamina D3: favorecen el crecimiento y densidad capilar.
- Niacinamida: conocida como vitamina B3, ayuda a retener la humedad y fortalece la función barrera del cuero cabelludo frente a radicales libres, “aumenta la síntesis de colágeno, fundamental para dar resistencia y flexibilidad al cabello”, añade Tania.
- Silicio, cobre y zinc: necesarios para lucir un cabello saludable.
- Hierro: mejor micronizado por su mayor biodisponibilidad que el hierro común, contribuye a la formación de un cabello sano sin molestias digestivas.
Caída de pelo en otoño, cuándo empezar a preocuparnos
“Cuándo veamos que la fase de mayor caída dura más de 4 meses o cuando observemos un ensanchamiento de la raya del pelo, puede haber asociada una alopecia androgenética -indica La Dra. Beltrá Payá-. Existen múltiples complejos vitamínicos así como diferentes fármacos que actuarán como precursores del crecimiento del cabello. En ocasiones también es beneficioso el uso de lociones o serums que regulen el ciclo capilar y fortalezcan el pelo en crecimiento”.
Tratamientos recomendados para evitar la caída de pelo en otoño y retrasar la alopecia crónica
Un cabello sano empieza por un cuero cabelludo sano. “El cuero cabelludo no deja de ser piel, con mayor número de glándulas sebáceas y folículos terminales en lugar de folículos vellosos -apunta el Dr. Carlos Morales Raya, dermatólogo y tricólogo-. Tener un cuero cabelludo sano, supone producir un cabello sano y fuerte. Además, regulará la secreción de sebo que, si bien es necesario y protege la fibra capilar, en exceso puede crear patología”.
• Mesoterapia y plasma rico en plaquetas (PRP): “Estimulan el ciclo folicular, favoreciendo la formación de un pelo más denso y más grueso, reparan y estimulan la diferenciación folicular para evitar la pérdida capilar en determinados tipos de alopecia”.
• Hidradermabrasión. “Indoloro, no invasivo y diseñado para exfoliar, nutrir e hidratar el cuero cabelludo. Mejora la microcirculación y la absorción de nutrientes, consiguiendo un cabello más abundante, fuerte y saludable. Succiona impurezas y restos celulares, para extraer la suciedad y facilitar la penetración de potentes sueros antioxidantes, regenerantes (factor de crecimiento epidérmico, endotelial y fibroblástico) e hidratantes”. Se puede tratar el cuero cabelludo completo o por zonas, frontal, coronilla, línea de nacimiento. Son necesarias tres sesiones, una al mes. Se recomienda dos veces al año, previo al otoño y a la primavera.
• Luz LED roja. Tiene efectos rejuvenecedores y estimula la vascularización en el cuero cabelludo y así el crecimiento natural del cabello que nace más sano y con más volumen.
